LIBRILLA
La herida de un barranco estéril, yerto,
te cruza, oh pueblo, el pecho recio y rudo
y al hilo de tus pies, fauno desnudo,
cantó el Guadalentín su verso incierto.
Del viejo Castellar, sombra y desierto,
su monte abajo corre, en grito agudo,
la vena limonera de algún huerto.
Oh pueblo de la rambla-flor de llaga.
Agujas de azabaras en tu herida
te cosen tierna piel de verdolaga.
Si el árabe te amó como paloma
que el nido, por amor, jamás olvida
el beso de tu nombre fué de Roma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Más poesias en http://www.manosalarte.com/poesiascortas.htm