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viernes, 28 de febrero de 2014

Los Camellos Lo triste es así...


- Peter Altenberg

Dos lánguidos camellos, de elásticas cervices,
de verdes ojos claros y piel sedosa y rubia,
los cuellos recogidos, hinchadas las narices,
a grandes pasos miden un arenal de Nubia.

Alzaron la cabeza para orientarse, y luego
el soñoliento avance de sus vellosas piernas
-bajo el rojizo dombo de aquel cenit de fuego-
pararon silenciosos, al pie de las cisternas...

Un lustro apenas cargan bajo el azul magnífico,
y ya sus ojos quema la fiebre del tormento:
tal vez leyeron, sabios, borroso jeroglífico
perdido entre las ruinas de infausto monumento.

Vagando taciturnos por la dormida alfombra,
cuando cierra los ojos el moribundo día,
bajo la virgen negra que los llevó en la sombra
copiaron el desfile de la Melancolía...

Son hijos del Desierto: prestóles la palmera
un largo cuello móvil que sus vaivenes finge,
y en sus marchitos rostros que esculpe la Quimera
¡sopló cansancio eterno la boca del Esfinge!

Dijeron las Pirámides que el viejo sol rescalda:
"amamos la fatiga con inquietud secreta..."
y vieron desde entonces correr sobre una espalda
tallada en carne, viva, su triangular silueta.

Los átomos de oro que el torbellino esparce
quisieron en sus giros ser grácil vestidura,
y unidos en collares por invisible engarce
vistieron del giboso la escuálida figura.

Todo el fastidio, toda la fiebre, toda el hambre,
la sed sin agua, el yermo sin hembras, los despojos
de caravanas... huesos en blanquecino enjambre...
todo en el cerco bulle de sus dolientes ojos.

Ni las sutiles mirras, ni las leonadas pieles,
ni las volubles palmas que riegan sombra amiga,
ni el ruido sonoroso de claros cascabeles
alegran las miradas al rey de la fatiga:

¡Bebed dolor en ellas, flautistas de Bizancio
que amáis pulir el dáctilo al son de las cadenas,
sólo esos ojos pueden deciros el cansancio
de un mundo que agoniza sin sangre entre las venas!

¡Oh artistas! ¡Oh camellos de la Llanura vasta
que vais llevando a cuestas el sacro Monolito!
¡Tristes de Esfinge! ¡novios de la Palmera casta!
¡Sólo calmáis vosotros la sed de lo infinito!

¿Qué pueden los ceñudos? ¿Qué logran las melenas
de las zarpadas tribus cuando la sed oprime?
Sólo el poeta es lago sobre este mar de arenas,
sólo su arteria rota la humanidad redime.

Se pierde ya a lo lejos la errante caravana
dejándome -camello que cabalgó el Excidio...-
¡Cómo buscar sus huellas al sol de la mañana,
entre las ondas grises de lóbrego fastidio!

¡No! buscaré dos ojos que he visto, fuente pura
hoy a mi labio exhausta, y aguardaré paciente
hasta que suelta en hilos de mística dulzura
refresque las entrañas del lírico doliente;

Y si a mi lado cruza la sorda muchedumbre
mientras el vago fondo de esas pupilas miro,
dirá que vio un camello con honda pesadumbre,
mirando silencioso dos fuentes de zafiro...


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jueves, 27 de febrero de 2014

POESIAS DEL FERROCARRIL Caridad Hernandez

- 1 -
Aquella máquina de vapor,
maquinista y fogonero
con la briqueta o las bolas,
lanzando tu humo negro.

Tirando por los vagones,
mercancía o pasajeros
y con tan solo una vía,
tres había en las estaciones,
única en el apeadero.

Muelle para su descarga,
vía muerta, con tope para el vagón
que necesitaba quedarse
para repostar, nueva provisión.

De noche su alumbramiento
consistía en el farol,
quinqué para la oficina
encender y apagar los discos,
para facilitar su perfecta orientación.

De mantener bien la vía
se encargan los obreros,
llevando en la vagoneta
traviesas, y demás aperos,
al mando del capataz
y guía el primer obrero.



miércoles, 26 de febrero de 2014

A LA MUJER DE SAN MIGUEL


De puntillas pasais, y esclarecidas

alumbráis con fulgor vuestros hogares;

y al caer de la tarde sois reales

cantineras de amor, día tras día.

Y en las noches de otoño, desprendidas,

cual diamante de luz de nuestra tierra.

desde la Orchilla a el Roque, diosas bellas,

sabéis cruzar los cielos, decidida.

Mantened de este pueblo la esperanza,

la ilución de vivir, la vida misma

con el tezón constante de la raza.

Y desde el mar a la costumbre repartidas,

entre: múltiples astros transformados,
sed estrella polar siempre escondida.



Selena


martes, 25 de febrero de 2014

El Pais del Sol


Para una artista cubana
Junto al negro palacio del rey de la isla de Hierro
-(¡Oh, cruel, horrible, destierro!)- ¿Cómo es que
tú, hermana harmoniosa, haces cantar al cielo gris,
tu pajerera de ruiseñores, tu formidable caja musical?
¿No te entristece recordar la primavera en que oístes
a un pajaro divino y tornasol
en el pais del sol?

En el jardín del rey de la isla de Oro -(¡oh, mi
ensueño que adoro!)- fuera mejor que tú, harmoniosa
hermana, amaestrases tus aladas flautas, tus sonoras
arpas; tú que nacistes donde más lindos nacen el clavel
de sangre y la rosa de arrebol,
en el país del sol

O en el alcázar de la reina de la isla de Plata --(Schubert,
solloza la serenata...)-- pudieras tambien, hermana
harmoniosa, hacer que las místicas aves de tu alma
alabasen, dulce, dulcemente, el claro de Luna, los virgenes
lirios, la monja paloma y el cisne marqués. La
mejor plata se funde en un ardiente crisol,
en el pais del sol!

Vuelve, pues a tu barca, que tiene Isita la vela
--(resuena, lira, Céfiro, vuela)-- y parte, harmoniosa
hermana, adonde un príncipe bello, a la orilla del
mar, pide liras, y versos y rosas, y acaricia sus rizos de
oro bajo un regio y azul parasol,
en el pais del sol!


RUBÉN DARIO


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lunes, 24 de febrero de 2014

JOSE MARÍA LÓPEZ OTÁLORA

La flauta y la fragua JOSE MARÍA LÓPEZ OTÁLORA

 de: LA FLAUTA Y LA FRAGUA.
Esta noche ire cantando
romances de luna llena,
y llegaré cuando el mirlo
entre los jazmines duerma.
Esperame, vida mía,
junto a la cruz de la senda!
Haré que mi voz te bese
para que sueñes despierta
y rasgarán el silencio
navajas de coplas nuevas,
desde el brocal de tu pozo
hasta la cruz de la senda.
Llevaré la flor más roja...
Ya está aquí la primavera.!
Mi amor para tí; las flores
para la cruz de la senda.
Pero si acaso las voces
mágicas de la ribera
me llevaran mar adentro,
dormido en barco de niebla,
tú, esperame siempre, siempre,
                                                       junto a la cruz de la senda



http://www.poesiascortas.es

domingo, 23 de febrero de 2014

Rubén Dario

NO OBSTANTE...
¡Oh terremoto mental!
Yo sentí un día en mi cráneo
como el caer subitáneo 
de una Babel de cristal.

De Pascal miré al abismo,
y vi lo que pudo ver
cuando sintió Baudelaire
«el ala del idiotismo».

Hay, no obstante, que ser fuerte: 
pasar todo precipicio
y ser vencedor del Vicio,
de la Locura y la Muerte.


X

El verso sutil que pasa o se posa 
sobre la mujer o sobre la rosa,
beso puede ser, o ser mariposa.

En la fresca flor el verso sutil;
el triunfo de Amor en el mes de Abril: 
Amor, verso y flor, la niña gentil.

Amor y dolor. Halagos y enojos. 
Herodías ríe en los labios rojos.
Dos verdugos hay que están en los ojos.

¡Oh, saber amar es saber sufrir, 
amar y sufrir, sufrir y sentir,
y el hacha besar que nos ha de herir!

Rosa de dolor, gracia femenina;
inocencia y luz, corola divina, 
y aroma fatal y crüel espina...

Líbramos, Señor, de Abril y la flor,
y del cielo azul, y del ruiseñor;
de dolor y amor, libranos, Señor.


sábado, 22 de febrero de 2014

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El castañar


- I -
                                        ArribaAbajoVed la verde maravilla
de belleza y de frescura
que puso Dios a la orilla
del desierto de Castilla
y el erial de Extremadura!
 
   Es el arpa soberana
donde vibran los rumores
de la ciudad bajarana,
que es una hermosura artesana
rica en virtudes y amores.
 
   Cuando, entregado a mis sueños,
tristísimos o risueños,
corro por tierras de hermanos,
de los campos extremeños
a los campos castellanos;
 
   el geniecillo que vuela
cerca de mí, noche y día,
el que mis penas consuela
y amorisísimo vela
mis ensueños de poesía,
 
   este dulcísimo aviso
me suele muy quedo dar:
«Despierta, que ya diviso
las lindes del paraíso
que llaman el Castañar.»
 
   Y libre la mente, herida
de ensueños que dan enojos,
sacudo el alma oprimida,
dispuesta a bañar mis ojos
en la visión prometida.
 
   Y mientras voy bordeando
el bello edén secular,
voy sin palabras forjando
un cantar más dulce y blando
que este grosero cantar.
 
Gabriel y Galán

jueves, 20 de febrero de 2014

Lus de luna

Ella estaba con él...a su frente
tan bella y tan pálida,
penetrando a través de los vidrios
de la antigua ventana
de la luna distante venían
los rayos de plata.

El estaba a sus pies. De rodillas
mirando las vagas
visiones que cruzan en horas felices
los cielos del alma.
Con las trémulas manos asidas,
con el mudo fervor de quien ama,
palpitando en los labios los besos,
entrambos hablaban
el mudo lenguaje
sin voz ni palabras
en que, en horas de dicha suprema,
tembloroso el espíritu habla.....

El silencio que crece....la brisa
que besa las ramas
dos seres que tiemblan....la luz de la luna
que el paisaje baña.
¡Amor, un momento, detén allá el vuelo,
murmura tus himnos y pliega las alas!

Anoche, una fiesta
con su grato bullicio animaba
de ese amor el tranquilo escenario.
¡Oh burbujas del rubio champaña!
¡Oh perfume de flores abiertas!
¡Oh girar de desnudas espaldas!
¡Oh cadencia del valse que ya mueve
torbellinos de tules y gasas!

Allí estuvo más linda que nunca;
por el baile tal vez agitada;
se apoyó levemente en mi brazo;
dejamos las salas,
y un instante después penetramos
en la misma estancia
que un año antes no más la había visto
temblando callada,
cerca de él...
Amorosos recuerdos,
tristezas lejanas,
cariñosas memorias que vibran
cual sones de arpas,
tristezas profundas
del amor, que en sollozos estallan,
presión de sus manos,
son de sus palabras,
calor de sus besos,
¿por qué no volvisteis a su alma?

A su pecho no vino un suspiro,
a sus ojos no vino una lágrima,
ni una nube nubló aquella frente
pensativa y pálida
y mirando los rayos de luna
que al través de la reja llegaban,
murmuró con su voz donde vibran,
como notas y cantos y musicas
de campanas vibrantes de plata:
¡Qué valses tan lindos!
¡Qué noche tan clara!

Jose Asuncion Silva

http://www.poesiacorta.com

lunes, 17 de febrero de 2014

A mis obligaciones, de Pablo Neruda



Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.

No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.

A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.

Tengo rocío para todos.




domingo, 16 de febrero de 2014

Abrace a sus niños


Poema Abrace A Sus Niños de Poemas para la familia

Madre, acaricie a sus niños.
 Padre,  abrácelos firmemente.
Permita que ellos sepan que los aman
  por la mañana, al mediodía, y por la noche.
Ponga sus brazos alrededor de ellos,
sosténgalos cerca suyo,
sienta el latir de sus corazones,
 la vida nueva que Usted hizo.
Ruede por el suelo con ellos,
bromee, ría y juegue,
escuche lo que tienen que decirle,
ellos tienen mucho para contarle.
Tome tiempo para conocerlos,
  vea el color en sus ojos.
Aprecie a esa persona tan profunda
dentro de sus pequeñas mentiras.
Permita que corran sus dedos por sus cabellos,
doble su cabeza,
llene sus corazones con palabras de alabanza,
  haga de su hogar su lugar favorito.
Abrácelos estrechamente en el sofá
y mire un programa de televisión,
cante con ellos o comparta la lectura de un libro
y ayúdelos a crecer en su mundo.
Tome un tiempo para caminar en el parque,
sosténgase de la mano,
huela las flores, alimente los patos,
construya castillos en la arena.
Madre, acaricie a sus niños,
Padre, abrácelos firmemente,
Muéstreles que ellos son un regalo,
ámelos para que se sientan bien.




sábado, 15 de febrero de 2014

Poema de Jorge Manrique

  Los estados y riquezas
que nos dejan a deshoras,
¿quién lo duda?,
no les pidamos firmeza,
pues que son de una señora
que se muda.
Que bienes son de Fortuna
que revuelve con su rueda
presurosa,
la cual no puede ser una
ni ser estable ni queda
en una cosa.
   Pero digo que acompañen
y lleguen hasta la huesa
con su dueño;
por eso no nos engañen,
pues se va la vida apriesa
como sueño;
y los deleites de acá
son en que nos deleitamos
temporales,
y los tormentos de allá
que por ellos esperamos,
eternales.
   Los placeres y dulçores
d'esta vida trabajada
que tenemos,
¿qué son sino corredores,
y la muerte es la celada
en que caemos?
No mirando a nuestro ...


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viernes, 14 de febrero de 2014

Poemas de perdón

Poema Perdón 2 de Poemas de perdón

Quiero pedirte perdon
por esta decepción
de no poder amarte
con todo mi corazón
no puedo creer

  que aquel amor

que me quisiste dar
acabara con nuestra amistad
de esa manera tan brutal
Llegaste a mi pensamiento
y un poco más que eso
pero nunca tocaste
adentro de mi pecho
Me duele decir
que me quisiste
pues desgraciadamente
yo nunca lo hice…

 pero en mi recuerdo

siempre serás
aquella persona
que me dio su amistad
pero desgraciadamente
trato de llegar a más.




miércoles, 12 de febrero de 2014

A Goya


Poderoso visionario,
raro ingenio temerario,
por ti enciendo mi incensario.

Por ti, cuya gran paleta,
caprichosa, brusca, inquieta,
debe amar todo poeta;

por tus lóbregas visiones,
tus blancas irradiaciones,
tus negros y bermellones;

por tus colores dantescos,
por tus majos pintorescos,
y las glorias de tus frescos.

Porque entra en tu gran tesoro
el diestro que mata al toro,
la niña de rizos de oro,

y con el bravo torero,
el infante, el caballero,
la mantilla y el pandero.

Tu loca mano dibuja
la silueta de la bruja
que en la sombra se arrebuja,

y aprende una abracadabra
del diablo patas de cabra
que hace una mueca macabra.

Musa soberbia y confusa,
ángel, espectro, medusa.
Tal aparece tu musa.

Tu pincel asombra, hechiza,
ya en sus claros electriza,
ya en sus sombras sinfoniza;

con las manolas amables,
los reyes, los miserables,
o los cristos lamentables.

En tu claroscuro brilla
la luz muerta y amarilla
de la horrenda pesadilla,

o hace encender tu pincel
los rojos labios de miel
o la sangre del clavel.

Tienen ojos asesinos
en sus semblantes divinos
tus ángeles femeninos.

Tu caprichosa alegría
mezclaba la luz del día
con la noche oscura y fría:

Así es de ver y admirar
tu misteriosa y sin par
pintura crepuscular.

De lo que da testimonio:
por tus frescos, San Antonio;
por tus brujas, el demonio.

Ruben Dario



martes, 11 de febrero de 2014

Posibilidad de que Wouzee pudiera ser la aplicación que vulneró la prohibición de privacidad en el juzgado de Mallorca

Wouzee, pudo ser la aplicación con la que se filtró la declaración de la infanta.

La plataforma, que posibilita la emisión de vídeo en directo desde un 'smartphone' o una tableta, es idea de una start-up española.


Aquí en esta orilla blanca...

 

Aquí
en esta orilla blanca
del lecho donde duermes
estoy al borde mismo
de tu sueño. Si diera
un paso mas, caerla
en sus ondas, rompiéndolo
como un cristal. Me sube
  el calor de tu sueño
hasta el rostro. Tu hálito
te mide la andadura
del soñar: va despacio.
Un soplo alterno, leve
me entrega ese tesoro
exactamente: el ritmo
de tu vivir soñando.
Miro. Veo la estofa
de que está hecho tu sueño.
La tienes sobre el cuerpo
como coraza ingrávida.
Te cerca de respeto.
A tu virgen te vuelves
toda entera, desnuda,
cuando te vas al sueño.
En la orilla se paran
las ansias y los besos:
esperan, ya sin prisa,
a que abriendo los ojos
renuncies a tu ser
invulnerable. Busco
tu sueño. Con mi alma
doblada sobre ti
las miradas recorren,
traslúcida, tu carne
y apartan dulcemente
las señas corporales,
por ver si hallan detrás
las formas de tu sueño.
No lo encuentran. Y entonces
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.


 Luis Cernuda



domingo, 9 de febrero de 2014

Baladilla de los tres ríos


El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor
que se fue y no vino!
El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor
que se fue por el aire!
Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor
que se fue y no vino!
Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques,

¡Ay, amor
que se fue por el aire!
¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor
que se fue y no vino!
Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.
¡Ay, amor
que se fue por el aire!


Federico García Lorca